LEÓN, GTO. Derechos Humanos tuvo conocimiento de dos casos en los que presos perdieron la vida por falta de atención médica oportuna mientras estaban recluidos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de León.

El primer preso, identificado como Miguel ‘N’, murió el 15 de junio de 2018 por una úlcera que no fue atendida, lo que le ocasionó perforación de vísceras.

Según la investigación, el Mike ya tenía una semana quejándose de un dolor en el estómago y vomitando sangre, pero los médicos no lo pelaron hasta que ya estaba en las últimas.

Ante los lamentables hechos, la PDHEG emitió dos recomendaciones a Álvar Cabeza de Vaca, titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, para que se mejore el procedimiento administrativo y se deslinde la responsabilidad a los médicos que presuntamente no siguieron los protocolos.

Además, se pidió tomar medidas legales y administrativas que garanticen la salud de los internos, aunado a personal suficiente y capacitado para que no se repita este caso.

El segundo caso se presentó el 2 de julio del 2018, cuando el preso J Santos murió por una perforación gástrica.

Santos presentó dolor abdominal, disminución de la frecuencia cardiaca y se le bajó la presión, por lo que fue trasladado al Hospital General Regional, pero falleció momentos después.

En ambos casos, el personal involucrado fue: Martha Yalí Alvar de la Cruz, Humberto López Jiménez y Mayra Monserrat Luga Mares, además en el primer caso también participó Gonzalo Oseguera Díaz, y en el segundo Jorge Alejandro Cervantes Martínez.

Después del desmadre, se solicitó capacitar a los guardias del Cereso, para que en dado caso que se necesite puedan brindar primeros auxilios.

Con información de Daniel Vilchis y Periódico Correo