MADRID, ESPAÑA. El tenor Plácido Domingo, uno de los más populares y elogiados por tu mamá y el mundo, ha sido blanco de múltiples acusaciones por parte de mujeres que trabajaron con él. 

Recientemente se dieron a conocer testimonios de mujeres que aseguraron que el tenor las presionaba para que aflojaran y de rechazar sus propuestas, tomaba represalias contra ellas, limitando su carrera o negándoles empleos en un futuro.

Como bien sabemos, el señor Domingo es uno de los mejores cantantes de ópera, director de orquesta y director de la Ópera de Los Ángeles. Por lo que nos queda claro su poderío en la rama artística. 

Al menos 9 acusadoras, ponen en tela de juicio su honorabilidad, pues estos chismes han sido secreto a voces desde hace tiempo en el mundo de la ópera. 

Las presuntas víctimas contaron que sufrieron acoso sexual por parte del cantante en 1980, cuando Domingo ocupaba puestos de alta dirección. 

Las mujeres contaron que Domingo era muy cariñoso (mañoso) con ellas, pues siempre quería tocarlas y las forzaba a darle besos cochinos. 

Además, otras mujeres aseguraron que ya habían recibido proposiciones indecorosas por parte de Domingo. Y para que no digan que ‘seguramente están inventando como todas las feminazis’ (ñiñiñi), resulta que varios cantantes, bailarines, músicos de orquesta y otros compañeros de trabajo fueron testigos de los comportamientos tipo maestro Roshi por parte de Domingo hacia mujeres jóvenes. 

Ante las preocupantes acusaciones, el tenor se limitó a decir. (léase con voz de tenor): 

“Las acusaciones de estas personas no identificadas, que se remontan hasta 30 años, son profundamente preocupantes, e inexactas tal como se describen”, indicó el OSOLEMIO

“Aun así, es doloroso saber que puedo haber molestado a alguien o haberles hecho sentir incómodas, sin importar cuánto tiempo haya pasado y pese a mis mejores intenciones. Yo creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consensuadas. La gente que me conoce o ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que dañe, ofenda o avergüence a nadie a propósito”, añadió.

“Sin embargo, reconozco que las normas y estándares por los que se nos mide hoy _como debe ser_ son muy diferentes de lo que eran en el pasado. He tenido la bendición y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me atendré a los estándares más altos”.

Muy bonito y todo, sin embargo, las acusadoras también indicaron que luego de batear al tenor, sus carreras se vieron comprometidas y nunca más volvieron a ser contratadas para trabajar con él. 

Lo preocupante es que los testimonios mostraron patrones similares: Domingo insistía, las llamaba constantemente, les expresaba su interés en sus carreras, las invitaba a reunirse en él en privado para darles ‘consejos profesionales’. 

El equipo Contrapuntero se chutó todos los testimonios detallados de cada una de las víctimas, algunos de ellos terroríficos, pero lo que comentó una de estas chicas resume todo: 

“Lo que hizo está mal… Utilizó su poder, acechó a mujeres, puso a mujeres en posiciones vulnerables. Hay gente que se ha quedado fuera del negocio y se ha visto expulsada solo por someterse o no someterse a él”.