SILAO, GTO.- Mientras el alcalde de Silao, Enrique Benjamín Solís Arzola, se tomaba un par de minutos de su segundo informe para disque defender la libertad de expresión, un grupo de acarreados bloqueaba la manifestación silenciosa y pacífica de la mayoría de los reporteros que cubrieron el evento.
Los periodistas taparon sus bocas con cinta adhesiva negra en rechazo a la golpiza que desde de la Dirección de Policía Preventiva se planeó y ejecutó en contra de la corresponsal de El Heraldo, Karla Silva, y su recepcionista Adriana Palacios.
En esos momentos, el alcalde de Silao, a quien no se le han encontrado elementos que lo vinculen directamente con la agresión a la periodista y su asistente, lanzaba el siguiente choro en torno a la libertad de expresión.
“El periodismo tiene un rol fundamental, dar a la gente información que le ayude a la gente a ejercer su ciudadanía, y a participar en las decisiones de su gobierno, coincidimos totalmente con la Organización de las Naciones Unidas, que sin libertad de expresión, y especialmente sin libertad de prensa, es imposible que haya una ciudadanía informada, activa y comprometida”.
Los reporteros sacaron una manta que mantuvieron a un costado del templete en el que se desarrollaba el informe, pero la manta y los propios reporteros fueron poco a poco bloqueados por personas con pancartas con la frase “ENRIQUE `YO SI`CREO EN TI”.

Y mientras, el alcalde seguía dándole vuelo a la incongruencia: “Señoras y señores periodistas, siempre seremos respetuosos de la libertad de expresión como autoridades municipales y agradecemos sus voces críticas porque ello nos llevará a mejorar el trabajo que realizamos a diario en esta administración; el honorable Ayuntamiento es nuestro deber trabajar arduamente día con día para garantizar la seguridad de todos los habitantes de nuestro municipio, para que cada ciudadano pueda ejercer libremente sus actividades y trabajar y expresarse como lo merece, en aras de ese compromiso, esforzaremos y redoblaremos los esfuerzos totalmente para que la ciudadanía se sienta garante de la seguridad de nuestras instituciones”.
Y en efecto redoblaron los esfuerzos, porque cuando los reporteros decidieron avanzar ante el bloqueo de las pancartas en favor del alcalde, un grupo mayor de acarreados, incluida una niña de no más de siete años, arreciaron en sus intentos por impedir la libertad de expresión.