LA SUCIA PELEA POR LAS JOYAS
LEÓN, GTO.- Ayer hubo un pleito en Las Joyas. Fue colosal. Sin embargo, las más de 70 mil personas que viven en ese polígono de pobreza ni siquiera se enteraron.
Quizá no se dieron cuenta porque además de que no todos fueron, quienes reñían no utilizaron piedras, ni palos o armas de fuego, sino algo mucho peor… política.
El área de donación de esa serie de asentamientos humanos fue el escenario del primer informe de gobierno de la alcaldesa priista de León, Bárbara Botello Santibáñez.
Una especie de coliseo improvisado en el que además de circo, también había pan.
De hecho, decenas de personas llevadas hasta ese sitio en camiones rentados, eran conducidas a través de vallas de metal para conseguir un plato de comida, cortesía del municipio.
Sólo tenían que permanecer en el lugar, andar por ahí, aplaudir cada que alguien se los pidiera, sostener una pancarta de apoyo, chiflar o gritar de vez en vez.
Algunos cientos de privilegiados tuvieron acceso a la carpa principal. Encorbatados como el diputado y líder nacional de la CNC, Gerardo Sánchez, o el ex gobernador del estado y actual secretario de Desarrollo Económico, Héctor López Santillana, presenciarían el encuentro en primera fila.
Justo atrás de ellos, casi en sus nucas, una porra esperaba el llamado de su líder neandertal. Un auténtico priista modelo Díaz Ordaz Bolaños del 68, con todo y gafas oscuras.
De hecho, al tipo sólo le faltaba el látigo para hacerse entender en caso de que esa cosa llamada habla se le olvidara.
A la derecha de la carpa, el río de comida seguía fluyendo. A la izquierda, se mezclaba al todo poderoso empresario Roberto Plascencia con una porra de mujeres priistas de no muy dudosa procedencia.
Pero más hacía la izquierda, en un palco casi a la intemperie, fueron colocados algunos invitados especiales.
Quién sabe por qué, pero los primeros lugares en ese palco fueron reservados para dos jóvenes diputados del PAN, los más críticos de Bárbara Botello por cierto; Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y Daniel Campos Lango.
La lluvia terminó por mojarlos y, la tormenta que se avecinaba, se dejó caer con el turno al micrófono de Bárbara Botello.
“Es un hecho sin precedentes, salimos de los lugares tradicionales de los informes para estar cerca de la gente, para venir a darle la cara a las personas a las que nos debemos”, dijo Botello en el arranque de su informe.
Luego comenzó a afinar la putería, teniendo en la mira nada más y nada menos que al secretario de Desarrollo Social y Humano, Éctor Jaime “quiero ser alcalde de León” Ramírez Bárbara, quien había acudido en representación del gobernador Miguel Márquez.
“Invertimos en programas, en acciones, en infraestructura que sí voltean a ver a quienes habían estado olvidados por administraciones pasadas”, dijo mientras el matasanos comenzaba a aplaudir dolorosamente.
“Desde el primer minuto fui consciente de la magnitud de la tarea que se me había encomendado, era la hora de traer un cambio profundo en la forma de gobernar, nadie dijo que sería fácil, sabíamos que esta administración sería el blanco permanente de los ataques de aquellos que aún tienen abierta la herida de la derrota, que después de más de dos décadas de estar en el gobierno, nunca hicieron lo que ahora exigen, que no han presentado una sola propuesta y que no saben trabajar fuera del presupuesto”.
Los aplausos y las porras aparecían, mientras el secretario de Desarrollo Social tocaba sus lentes para después clavar la mirada en un punto fijo.
Entonces la lluvia dejó de ser protagonista, ahora todo era cosa de Bárbara.
“Al asumir el gobierno recibimos un cuerpo policíaco en el que continuaban más de 500 elementos que no habían aprobado sus exámenes de control de confianza, nosotros sí hicimos lo que otros no hicieron, asumimos el costo económico que representaba dar de baja y liquidar a este medio millar de policías. Esto convierte a León, en el primer municipio de Guanajuato y uno de los primeros a nivel nacional, en cumplir con esta obligación legal, hoy los leoneses tenemos una policía más confiable y preparada que hace un año”.
Así la alcaldesa le daba la vuelta al índice de homicidios en el municipio y atizaba el fuego interno de Éctor Jaime y sus correligionarios.
Pero Botello no aflojó, apretó la cuña en materia económica. “Quiero subrayar esto, porque es muy importante que los leoneses sepan que no solo estamos pagando de manera responsable la deuda que nos heredaron las administraciones del pasado, sino que además hemos gestionado más de mil millones con una deuda con cero pesos, con cero centavos, a eso aquí y en china se le llama manejo financiero y responsable y exitoso”.
Luego vino un gancho al hígado para el ex alcalde panista Luis Quirós Echegaray ahí presente.
“Ahora en presidencia municipal se atiende a los ciudadanos todos los días, no solamente los miércoles”, dijo la señora presidenta.
Y fue por más, ahora por el cochambroso lado oscuro del PAN – Gobierno en la ciudad.
“No debemos olvidar que en las administraciones del pasado, la Dirección de Desarrollo Urbano tenía el mote de ´La Cloaca´, donde se favorecía a unos cuantos influyentes de la política y del dinero y se obstaculizaba el trabajo de los ciudadanos que querían desarrollar un negocio, ahora no hay distingos, en este gobierno no respetamos los privilegios que antes tenían algunos políticos o gente vinculada con ellos, todos tienen que cumplir con la ley y todo el que cumple, recibe sus permisos cuando lo requiera”.
Éctor Jaime seguía aplaudiendo, mientras su compañero de bochornos, Alfonso Fragoso Gutiérrez, presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, dramáticamente se abstenía del clásico comentario al oído en el presídium.
Y llegó el bárbaro uppercut de María, la nacida en Pastor Ortiz, Michoacán.
“En lo que respecta a la inversión del Gobierno del Estado, en convenios con León, hemos observado una disminución dramática, de una cantidad histórica de 537 millones de pesos en el 2009 y 137 millones en el trienio anterior, la presente administración sólo ha formado convenios con el gobierno del estado por 21.5 millones de pesos hasta el 31 de agosto de 2013, la diferencia es abismal. Este año León no ha recibido del estado el apoyo que se requiere”.
El mejor golpe de la alcaldesa había sido certero, pero insuficiente para el knockout, tocaba el turno al micrófono del correoso representante del Gobierno del Estado.
Y se la jugó tal y como lo hubiera hecho un Wisin o un Yandel durante una sesión del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres.
“¡Hermanas y hermanos de la tierra que los vio nacer, y como dijo José Alfredo Jiménez de mi bonito León Guanajuato, muy buenas noches tengan todos ustedes, sí señor! Licenciada María Bárbara Botello, la alcaldesa de León, mi alcaldesa, muy buenas noches”.
Lo aplausos fueron tibios y como no le caía nada mal en esos momentos un pequeño empujoncito celestial, lanzó un saludo para el marginado Arzobispo Metropolitano de León, Alfonso Cortés Contreras.
Luego tomó aire y se aventó un mensaje de 33 minutos que terminó convirtiéndose en el borrador del segundo informe de gobierno de Miguel Márquez.
Aunque lo sustancial de su rollo, algo así como su cruzado letal, pegó con tubo al inicio de su intervención.
“Por león Miguel Márquez Márquez y el Gobierno del Estado no escatimará ningún esfuerzo, ténganlo por seguro, los hechos hablarán por sí solos. Durante este año el Gobierno del Estado invierte para León más de mil 383 millones en obras programas y acciones para todos los ciudadanos”.
Después ya nadie detuvo a Éctor Jaime, ni los chiflidos, ni el reiterado “que se baje, que se baje”, mucho menos los gritos del troglodita encargado de la porra principal.
El funcionario seguía lanzando cifras, obras, datos. Todo, mientras las sillas se quedaban solas en algunos sectores de la carpa y el rechazo a su informe incrementaba. Tanto, que la propia alcaldesa lo interrumpió para pedirle a los presentes que respetaran al orador.
Finalmente Ramírez Barba dijo todo lo que tenía que decir y Botello Santibáñez sació sus instintos.
En cuanto a los acarreados, todos comieron ayer. Y Las Joyas, esas que de pronto todo mundo quiere colgarse, siguen ahí, manoseadas.